Descubrimos la integridad
Los aspectos dispersos y fragmentados de nosotros mismos vuelven a casa y nos volvemos un ser entero;
Las voces contradictorias, los sentimientos y opiniones que luchan por controlar nuestra vida interior se calman y se hacen amigos;
El dolor y la angustia de forcejear con nosotros mismos se disuelve;
Se hace posible el perdonarnos a nosotros mismos, de forma profunda y fundamental.Desarme interior;
La negatividad se desarma; la prisa y la agresión se pacifican;
Se apacigua la frustración, la tensión y las emociones turbulentas;
Se elimina la falta de bondad, la violencia y el daño que llevamos dentro, permitiendo el descubrimiento de nuestro “buen corazón” natural.
De esta forma, la meditación es el verdadero “desarme interior”
Buena salud, contento, seguridad en uno mismo, y fortaleza mental
Físicamente, tenemos más bienestar y mejor salud; nuestra respiración y nuestra presión arterial se regulan mejor;
Nos sentimos “bien en nuestra propia piel”; estamos contentos y felices con lo que somos;
Tenemos más confianza en nosotros mismos, más auto-estima, y nos sentimos más merecedores;
Como estamos bien en nosotros mismos, sin compararnos constantemente con los demás, podemos conquistar nuestros miedos y nuestras inhibiciones; podemos desarrollar una verdadera seguridad (con humildad, y no arrogancia); superamos nuestra timidez; y nos volvemos más auténticos, genuinos y trasparentes;
Al canalizar el poder latente de la mente, nuestra mente se vuelve más expansiva y valerosa, y recobra su propia fuerza y su libertad.
Estar con los demás
Cuando estamos verdaderamente en contacto con quienes realmente somos, entonces también podemos estar completamente en contacto con los demás;
Las personas y las situaciones difíciles que nos podrían haber dañado o causado dificultades se pacifican;
Se resuelven los conflictos con los demás;
Estamos en armonía con todo el mundo;
Y es fácil convivir con nosotros, porque somos libres y poco complicados; somos buena compañía.
El entorno exterior e interior
El entorno de nuestra mente y corazón cambia, y se abre un espacio diferente en nuestro interior, como un pequeño cielo o paraíso; debido a esto, nuestro entorno exterior también cambia, y estemos donde estemos, experimentamos la felicidad y empezamos a ver la belleza de las cosas.